C. Ronaldo en Lisboa

Era el día después. La bomba lanzada por el astro, que expresó su deseo de ir al Madrid en la zona mixta del Portugal-Alemania circulaba por todo el mundo. Los cientos de aficionados que se congregaban en el hotel Beau-Rivage de Neuchatel hablaban más del equipo blanco que de la propia selección. Dentro del hotel, mientras los utilleros se empleaban a fondo para dejar todo listo para la partida, Cristiano Ronaldo se afanaba en buscar por Internet las repercusiones a sus palabras.

El crack se dejó ver por primera vez a las 13:25 horas. Contestó levantando el pulgar al griterío de los aficionados. Se le vio tranquilo, incluso relajado y contento a pesar de la derrota de Portugal. Fue un mal trago, pero ahora empieza una nueva vida para él.

El autocar de la selección salió de Neuchatel rodeado por cinco coches de la policía del cantón suizo. Durante los 150 kilómetros de trayecto al aeropuerto internacional de Geneve, muchos de los puentes estaban ocupados por aficionados con pancartas de ánimo para él. A todo el mundo le gusta la idea de que vista de blanco.

El autocar que transportaba a los jugadores entró directamente en la pista de aterrizaje para evitar a los periodistas que se congregaban en la puerta de salida del aeródromo esperando una reacción más de Cristiano Ronaldo. No la hubo. Fue el último en subir al avión, en el que ya esperaban acomodados los periodistas portugueses que acompañaron al equipo. La Eurocopa quedaba atrás para el crack. La disputó, como la final de la Champions, con problemas en dos cartílagos del pie derecho y con el convencimiento de que jugará en el Madrid.

Vuelta a casa. Finiquitado el sueño de conquistar la Eurocopa, la selección portuguesa llegó pasadas las cinco de la tarde a Lisboa, donde esperaban poco más de cien aficionados con banderas y bufandas.

Cristiano Ronaldo fue el último en salir, cuando el resto del equipo se había ido en el autobús oficial o en coches particulares. Sin pararse ante los aficionados ni la prensa, fue directo al coche que le esperaba en la salida VIP del aeropuerto de Portela. Dentro se encontraba su hermana Catia, más conocida por Ronalda. El crack portugués tiene un apartamento en la zona de la Expo de Lisboa, en uno de los edificios más sofisticados. Su novia, Nereida Gallardo, llego también ayer a Lisboa junto al ex cuñado del futbolista. Se cree que Cristiano permanecerá algunos días en la capital lusa antes de ir a Manchester para ser operado. No obstante, el propio Cristiano ha dicho que quiere ser tratado de su lesión cuanto antes, motivo por el cual medita incluso ser intervenido en Lisboa y no ir a Inglaterra.

Por su parte, Scolari dio de nuevo una lección de buena educación a los portugueses, obligando a los jugadores a bajar del autobús para saludar a todos los niños y no tan niños que esperaron durante horas la llegada del equipo. Fuera del Europeo, es el momento de las grandes decisiones y muchos de los jugadores portugueses darán a conocer su futuro en los próximos días. El primero de ellos, el propio Cristiano Ronaldo...